¿Cómo reparar una cremallera rota?

¡Qué frustrante es ver que se te ha roto la cremallera, sobre todo cuando se trata de tu chaqueta favorita o de una nueva adquisición!

Pero no te preocupes, una cremallera rota no significa necesariamente que tengas que tirarla a la basura.

Afortunadamente, existen varios trucos sencillos para reparar la cremallera sin tener que sustituirla.

Veamos juntos los problemas más frecuentes de las cremalleras y cómo solucionarlos tú mismo, paso a paso.

1. El cursor de la cremallera está atascado

Este es uno de los problemas más frecuentes. El cursor de la cremallera no se mueve, ya sea por suciedad, polvo o porque los dientes están mal alineados.

¿La solución? Limpiarlo.

Puede utilizar jabón seco o una vela para limpiar y lubricar los dientes.

También puede utilizar nuestro gel de limpieza para cremalleras Clip&Zip, apto para todo tipo de cremalleras: metálicas, plásticas, de nailon o invisibles.

La ventaja con respecto al jabón es que es transparente e inodoro. Su punta fina permite aplicarlo sin derramarlo.

Si los dientes ya no están correctamente alineados, tira suavemente de la tela cerca del cierre para volver a alinearlos. A continuación, intenta mover el cursor lentamente.

2. El cursor de la cremallera se sale

Cuando el cursor se sale por uno o ambos lados de la cremallera, es imposible cerrarla correctamente.

En este caso, es necesario volver a insertar el cursor.

Vuelva a colocar el cursor en los rieles insertándolo con cuidado en los dientes de la cremallera. Es posible que tenga que abrir ligeramente el cursor con unos alicates para facilitar la inserción. Una vez reinsertado, apriete suavemente con los alicates para volver a colocarlo en su sitio.

Esta operación es perfectamente factible con nuestros cursores de reparación Clip&Zip. Estos se pueden enganchar y desenganchar, por lo que son reutilizables.

3. La cremallera se abre después de haberla cerrado

Esto suele ocurrir cuando el cursor está desgastado. Tiende a ensancharse por dentro y, por lo tanto, ya no ejerce suficiente presión sobre el cierre, lo que impide cerrarlo.

Nuestros cursores Clip&Zip permiten volver a ejercer la presión adecuada y reutilizar el cierre.

O bien, con el desgaste, el cursor ya no puede unir correctamente los dientes.

La cremallera comienza entonces a abrirse detrás del cursor, dejando de cumplir su función.

En este caso, apriete el cursor con unas pequeñas pinzas.

Presione suavemente ambos lados del cursor para que vuelvan a agarrar correctamente los dientes. Tenga cuidado de no apretar demasiado, ya que podría romper el cursor.

A continuación, intente deslizar la cremallera para comprobar si funciona.

4. Un diente roto o torcido

Un diente roto puede impedir que el cierre funcione correctamente, sobre todo si se encuentra cerca del extremo de la cremallera.

A veces es posible sustituir el diente roto por uno nuevo o pegar los dos lados de la cremallera en ese punto.

Si un diente está torcido, utilice unos alicates para enderezarlo con cuidado. Tenga cuidado de no romperlo, ya que esto podría agravar el problema.

5. La parte inferior de la cremallera está rota

El extremo inferior de la cremallera, comúnmente llamado «topes», es lo que impide que el cursor se salga por completo. Si los topes se rompen, la cremallera puede separarse por completo y el cursor puede salirse por completo.

Para solucionar este problema, puede reparar fácilmente sus cremalleras con nuestras cajas y manguitos de repuesto para topes.

Se trata de dos pequeñas piezas indispensables para mantener cerrada la parte inferior de una cremallera.

6. La parte superior de la cremallera está rota

En este caso, el problema está en los topes superiores. El cursor puede salirse completamente de la cremallera.

Solo tiene que optar por unos topes superiores de repuesto.

Se instalan fácilmente con unos alicates planos. Asegúrese de que la tela esté en buen estado y de que haya un pequeño espacio para instalar los dos topes. Colóquelos sobre la tela y presione con unos alicates para que se fijen a la cremallera. El metal debe deformarse un poco, como si estuviera pellizcando la tela.

Su cursor ya no se escapará una vez que llegue a la parte superior de la cremallera.

Nota: si se trata de una cremallera no separable, como en el caso de los vaqueros o las botas, necesitará topes específicos que también ofrecemos. Estos pequeños bloques de metal tienen dos extremos puntiagudos que se cierran sobre la tela para mantener el inicio de la cremallera.

7. El cursor de la cremallera está roto

En este último caso, solo tiene que comprar un cursor de repuesto Clip&Zip.

Nuestros cursores se acoplan a la cremallera sin necesidad de coser ni descoser. Solo tiene que retirar el cursor antiguo con unas pinzas y acoplar el nuevo. ¡La reparación de la cremallera solo le llevará unos minutos!

En nuestra página web encontrará numerosas referencias para todo tipo de cremalleras: metálicas, plásticas, de nailon e invisibles.

Reparar una cremallera rota no es tan complicado como parece. Con un poco de paciencia y algunas herramientas sencillas, como unos alicates, gel de mantenimiento y un cursor de reparación, puede prolongar la vida útil de sus cremalleras y, por lo tanto, de sus objetos y prendas favoritas.